En una calurosa noche de verano, en la granja de los animales, se asistía el parto de una hermosa perrita, todos los animales esperan ansiosos el nacimiento, cuando de pronto pasó… se encontraba ante ellos un cachorrito con apariencia de lobo al que llamaron Balto, todos se mostraron sorprendidos y de inmediato mostraron hostilidad con él.
Pasaba el tiempo y el pequeño Balto se sentía muy feliz, jugaba con los demás, saltaba y se ensuciaba, todos lo adoraban, por lo que el decía que su vida era perfecta.
Una tarde él y otros animalitos fueron a jugar al lago, cuando de pronto, Balto se reflejó en las aguas, sorprendido y asustado corre lejos del lugar, había notado que su apariencia no era la de un perro normal sino más bien la de un lobo, inmediatamente entendió que todos lo trataban exageradamente bien no por su belleza y personalidad, era por tener la apariencia de un lobo feroz. Esa noche no volvió a casa, se sentía inmensamente infeliz.
Sus amigos y todos en la granja estaban muy preocupados por Balto, lo buscaron , y cuando lo encontraron le hicieron entender que de a poco se había ganado el amor de todos y en eso no influye la apariencia feroz o horrible, ni la reputación, sino que importa el corazón.
Desde ese entonces vivieron en armonía en la hermosa granja.
FIN
